«Tener una alarma conectada a una Central Receptora me salvó en la peor experiencia de mi vida» relata Jesús, un valenciano de 49 años.
Jesús, un hombre de 49 años afincado en Valencia que vive con su mujer y una de sus hijas, vivió en sus propias carnes la posibilidad muy real de quedarse con la casa vacía. En una sola noche pudo perder lo que le costó mucho tiempo conseguir con el trabajo de él y su mujer.
Hasta los 43 años, Jesús y su familia no habían decidido contratar a una empresa de alarmas para hacer su hogar más seguro. No es que a priori estuviesen en contra de hacerlo, simplemente que no se lo habían planteado.
«Siempre piensas que eso es algo muy raro que si pasa le pasa a otros, que en tu casa nunca va a ocurrir. Sólo le pasa al vecino. Pero al final te das cuenta que tú también eres el vecino de alguien» afirma Jesús, que decidió instalar un sistema de seguridad en su casa con una alarma conectada a una Central Receptora. Es decir, a un centro de control, recepción y monitorización de las señales emitidas por un sistema de alarma que activa un salto de alarma producido por intento de intrusión cuando el sistema de seguridad está conectado.
Al comprobar en menos de 10 segundos que el salto de alarma se produce debido a intrusión y no a un error humano (falsa alarma), tal y como le ocurrió en agosto pasado a Jesús y su familia mientras disfrutaban de las vacaciones, se procede a llamar a la Policía. Si en casa de Jesús no llegasen a contar con nuestros servicios de empresa de alarmas y seguridad, hubieran vuelto de las vacaciones encontrándose con la desgracia sin ya poder hacer poco más que lamentar las cuantiosas pérdidas.
Por suerte, unos pocos años antes decidieron tomar la decisión de instalar la alarma conectada a central receptora, que está conectada 24 horas al día todo el año y así fue cómo la alarma asustó al grupo de asaltantes que pretendía desvalijar su casa y se avisó a la Policía que acudió rápidamente al lugar.
«Al ser informados, nos dimos un gran susto y la sensación que nos recorrió el cuerpo fue muy negativa. Pensamos durante un momento que las vacaciones se habían ido al garete. Pero nos dimos cuenta que lo realmente dramático hubiera sido no enterarnos y verlo ya todo como hechos consumados a posteriori. Nos evitamos una gran desgracia. Es una de las inversiones de las que más satisfechos estamos» concluye Jesús, al recordar los hechos.