La videovigilancia se ha convertido en la mejor aliada para la seguridad de las empresas, permitiendo controlar todo el flujo de personas que entran y salen de las instalaciones y vigilar cada espacio de la empresa cuando no hay nadie en ella. Sin embargo, en estos casos deben establecerse ciertos límites que la empresa no puede sobrepasar, puesto que pueden llegar a vulnerarse los derechos de protección de datos y la intimidad de los trabajadores. Hoy en Sorolla Seguridad te explicamos donde se encuentran los límites de la videovigilancia en el ámbito laboral, información de seguro muy útil tanto si dispones de cámaras de seguridad como si estás planteando su instalación.
Antes que nada, debemos situarnos en el marco legal en el que se encuentra la videovigilancia laboral, el cual está marcado por la sentencia del 3 de marzo de 2016 del Tribunal Constitucional, la cual significó una mayor facilidad a la hora de dar validez a las imágenes grabadas en las instalaciones de la empresa con fines disciplinarios. Según esta sentencia, no se necesita el consentimiento del trabajador para ser grabado, tan solo que sepa de la existencia de cámaras de seguridad, puesto que está implícito en la relación laboral.
A raíz de esta sentencia conviene recordar y diferenciar los derechos que están comprometidos en esta situación: la intimidad y la protección de datos. Para este último, es necesario, como apuntábamos antes, la notificación de la existencia de cámaras de seguridad, así como la ubicación de las mismas, siendo ilegal la instalación de cámaras ocultas excepto en los casos en los que existan conductas irregulares de algún trabajador que deban ser investigadas y sancionadas. La utilización de cámaras de seguridad oculta y puntual puede ser realizada por un detective privado solo en los casos que esta práctica esté más que justificada y sea imposible de sustituir por cualquier otra.
Recuerda, la videovigilancia es una herramienta más que útil para proteger tu negocio, pero hay límites que no pueden ser traspasados, ya que es posible que se vulneren varios códigos éticos dentro de la empresa que pueden afectar negativamente al clima laboral.