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Falsos mitos sobre las alarmas

Falsos mitos sobre las alarmas

Damos respuesta a algunos mitos y preguntas sobre las alarmas

Estos son algunas de las preguntas frecuentes que solemos tener ante los sistemas de seguridad y las empresas de alarmas, algunos mitos que queremos aclarar.

1) ¿Son caras las alarmas?

Este mito es uno de los más extendidos. Hay que piensa que tener un sistema de seguridad en casa es algo sólo de película o grandes mansiones. La seguridad en tu hogar es algo tan -o más- básico que tener un reproductor de DVD o un lava-vajillas.  Por desgracia, tal y como está la economía del país no es muy extraño que se piense que es una demasiado elevada inversión. Pero la pregunta es: ¿cuánto vale la seguridad de tu familia o tu comercio? Al hacernos esta pregunta la respuesta es clara, y al ver la calidad-precio de los servicios de Sorolla Seguridad, aún más.

2) ¿Son difícil de usar las alarmas?

Este es otro mito también muy extendido por los usuarios. Una alarma no es la nave de 2001: Odisea en el espacio. Una vez que ya ha tomado la decisión de instalar una alarma en su hogar, llega el momento de interactuar con ésta y, la verdad, es que no es nada difícil. Incluso desde un smartphone puedes seguir controlando estés dónde estés la seguridad de tu casa o empresa.

3) ¿Es obligatorio tener conectada la alarma a una CRA?

No es obligatorio tener conectada la alarma a una Central Receptora de Alarma, pero sí es aconsejable. Las empresas que estamos inscritas en la Dirección General de la Policía tenemos potestad para avisar a los cuerpos de seguridad a los segundos de recibir la señal, después de haber verificado mediante pantalla que no ha sido una falsa alarma.

4) ¿Estando en casa tengo que tener desactivado mi sistema de seguridad?

No, existe la posibilidad de activación parcial del sistema de alarma, activando únicamente las zonas que deseamos proteger. Así podemos tener protegidos los accesos exteriores, garaje y algunas zonas interiores cuando nos encontremos, por ejemplo, en los dormitorios.

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