¿En qué consisten?
Los primeros auxilios son el conjunto de técnicas y procedimientos que aplicamos a personas que han sufrido algún tipo de accidente. Esta actuación puede suponer salvar vidas o minorar las lesiones sufridas.
¿Por qué todo el mundo debería conocerlas?
Vivimos en un mundo que está en continuo movimiento. El peligro está en todas partes: puedes tener un percance en tu vivienda, de camino al trabajo, estando en él etc. Es por ello que nunca se sabe cuándo vas a necesitar ayuda o alguien requerirá de la tuya… Los primeros auxilios pueden ser una herramienta perfecta para estas ocasiones.
Puesto que una rápida actuación es de vital importancia, desconocer cómo hacerlo sería una angustiosa situación, para ambas partes. Es más, no solo es importante conocer los métodos y procedimientos… También influye ejecutarlos de forma resolutiva y eficiente.
¿Cómo podemos aprender primeros auxilios?
Actualmente, son muchos los medios a través de los cuales una persona puede informarse y aprender.
Existen tanto cursos online como offline que ofrecen estos servicios a bajo coste. También se puede aprender por la vía autodidacta, aunque, tratándose de algo tan delicado, se necesita conocer y experimentar una buena praxis.
Además, organizaciones como La Cruz Roja y otras realizan talleres anuales al alcance de cualquier interesado.
Algunas técnicas y procedimientos básicos en primeros auxilios.
Método ABC
Conocido como el acrónimo de ‘Alerta Consciencia’, ‘Buena Respiración’ y ‘Circulación’.
A: Debemos cerciorarnos que la víctima está consciente sacudiéndola levemente y pidiendo que responda a nuestras señales
B: Con la técnica frente-mentón nos aseguraremos que la víctima respira.
C: Utilizar la maniobra ‘ver-oír-sentir’. Asegurarse de ver como su pecho se mueve a causa de la respiración (y con qué ritmo), acercar la oreja a su boca para escuchar la respiración y sentir el aliento del paciente.
*En caso de que la víctima esté inconsciente y no respira practicar la maniobra RCP
RCP (Respiración Cardiorrespiratoria)
Compresiones a la altura del centro pectoral de unos 5cm de profundidad a un ritmo de 100 por minuto. Este método salva millones de vida al año.
Asfixia o atragantamiento
Es posible que nos encontremos ante estas situaciones a la hora de injerir algunos alimentos de forma cotidiana.
Si la persona que sufre un atragantamiento comienza a toser, no está permitido darle palmadas en la espalda puesto que no ayuda. Lo mejor es animarle a que siga tosiendo, ya que es un mecanismo de defensa del cuerpo y éste mismo acabará expulsándolo.
En cambio, si la persona es incapaz de toser, es una señal de que sus vías respiratorias están totalmente obstruidas. En ese caso, la maniobra de Heimlich se llevará a cabo:
- Colocar los brazos rodeando a la víctima que se está ahogando.
- Una mano en forma de puño debe presionar por la parte del pulgar la boca del abdomen, mientras la otra rodea el puño.
- Comprimir bruscamente hacia arriba hasta que el objeto sea extraído o la víctima se quede inconsciente. En ese caso, llamar a emergencias.